Desde el backstage y en primera fila, repasamos lo que fue la aplaudida visita de la única banda angloparlante que actualmente compite en las discotecs locales contra los acordes reggaetoneros… Y sale ganando.A estas alturas a nadie le parece extraño que el punto alto de la fiesta vaya de la mano de un hit ultrabailable de los Killers. La bohemia y el hype santiaguino se ha rendido ante los singles onderos y movidos de 'Day and Age', lo último de los norteamericanos.
La fórmula –claramente probada- funcionó de nuevo: abrieron con 'Human' y su respectivo show de luces. Los saltitos no se hicieron esperar entre la fanaticada.
Y es que con este, su cuarto disco, The Killers pasaron de ser los-nuevos-y-buenos-niños-indie a los rockstars-pop-y-mundialmente-conocidos-que-incluyen-shows-pirotécnicos donde tocan.
Los cerca de 13 mil asistentes del Movistar Arena pensaron igual. En 2007 nos habían venido a ver con un setlist igualmente lleno de hits pero quizás con menos exhibición arriba del escenario. En ese entonces, el frontman Brandon Flowers apenas sacaba a relucir su carisma y se le veía algo tieso. Ayer, en cambio, se ganó al público en varias oportunidades. Primero gritó en un español agringado: "Somos The Killers y esta noche somos suyos", luego pidió "una conexión humana; una conexión chilena y humana" y ofreció sus manos a unos hiperquinéticos fans que saltaron e hicieron todo lo posible por alcanzarlo.
Ganarse al público es parte de esta imagenería pop tan repudiada por los más ortodoxos: hubo explosiones, lluvia de papel picado y una cascada de fuego en el escenario. Además, en durante la hora y media que duró el concierto las luces se turnaban para iluminar a Dave Keuning en sus solos de guitarra, con efecto de viento en la cara incluido. Tampoco faltó la clásica bandera chilena colgada de la escenografía. Un must.
Efectos paralelos a un lado, lo de los Killers estuvo potente: el mentado comienzo con 'Human' prendió a la totalidad del estadio. La cuarta canción fue 'For Reasons Unknown' y le puso energía a la cosa. Luego vino una seguidilla de hits vendedores: 'Bones', 'Joyride', y 'Smile like you mean it' repitieron el juego de saltitos en la cancha. Y ya en la décimoprimera canción fue como echarle gasolina al fuego: la contagiosa 'Spaceman' no dejó a nadie indiferente en cuanto a saltos y gritos adrenalínicos.
Además, se atreven (y tienen la ayuda de tres músicos de apoyo) para hacer versiones desenchufadas de algunos de sus hits, además de coverear a Elvis Presley con su 'Can't Help Falling in Love', por ejemplo.
Para el final dejaron 'All these things that I've done', que incluyó una lluvia de papel picado que parecía ir de la mano de la melodía.
Y para el bis: 'Jenny was a friend of mine' una de 'Hot Fuss', su primer disco; y cerraron con 'When you were young' (al igual que en 2007) prometiéndole al público tocar "más fuerte que nunca" y con un enardecido Ronnie Vanucci saltando y martillando de pie tras la batería.
Unos tipos que, a diferencia de su música, se muestran ultra parcos en el backstage (al que tuvimos acceso), en donde reinaban las medias luces y preguntaban qué diablos iban a hacer durante las seis horas que pasarían al día siguiente en el aeropuerto.
Porque The Killers parte ahora a Brasil, en donde tocará una fecha doble en Rio y Sao Paulo, con lo que dará por finalizada la gira del 'Day and Age'. Una gira que los hizo dar vueltas por el planeta ya no como una banda que se somete al visto bueno del público, sino como un cuarteto sólido que hace bailar aquí y en la quebrada del ají.
La fórmula –claramente probada- funcionó de nuevo: abrieron con 'Human' y su respectivo show de luces. Los saltitos no se hicieron esperar entre la fanaticada.
Y es que con este, su cuarto disco, The Killers pasaron de ser los-nuevos-y-buenos-niños-indie a los rockstars-pop-y-mundialmente-conocidos-que-incluyen-shows-pirotécnicos donde tocan.
Los cerca de 13 mil asistentes del Movistar Arena pensaron igual. En 2007 nos habían venido a ver con un setlist igualmente lleno de hits pero quizás con menos exhibición arriba del escenario. En ese entonces, el frontman Brandon Flowers apenas sacaba a relucir su carisma y se le veía algo tieso. Ayer, en cambio, se ganó al público en varias oportunidades. Primero gritó en un español agringado: "Somos The Killers y esta noche somos suyos", luego pidió "una conexión humana; una conexión chilena y humana" y ofreció sus manos a unos hiperquinéticos fans que saltaron e hicieron todo lo posible por alcanzarlo.
Ganarse al público es parte de esta imagenería pop tan repudiada por los más ortodoxos: hubo explosiones, lluvia de papel picado y una cascada de fuego en el escenario. Además, en durante la hora y media que duró el concierto las luces se turnaban para iluminar a Dave Keuning en sus solos de guitarra, con efecto de viento en la cara incluido. Tampoco faltó la clásica bandera chilena colgada de la escenografía. Un must.
Efectos paralelos a un lado, lo de los Killers estuvo potente: el mentado comienzo con 'Human' prendió a la totalidad del estadio. La cuarta canción fue 'For Reasons Unknown' y le puso energía a la cosa. Luego vino una seguidilla de hits vendedores: 'Bones', 'Joyride', y 'Smile like you mean it' repitieron el juego de saltitos en la cancha. Y ya en la décimoprimera canción fue como echarle gasolina al fuego: la contagiosa 'Spaceman' no dejó a nadie indiferente en cuanto a saltos y gritos adrenalínicos.
Además, se atreven (y tienen la ayuda de tres músicos de apoyo) para hacer versiones desenchufadas de algunos de sus hits, además de coverear a Elvis Presley con su 'Can't Help Falling in Love', por ejemplo.
Para el final dejaron 'All these things that I've done', que incluyó una lluvia de papel picado que parecía ir de la mano de la melodía.
Y para el bis: 'Jenny was a friend of mine' una de 'Hot Fuss', su primer disco; y cerraron con 'When you were young' (al igual que en 2007) prometiéndole al público tocar "más fuerte que nunca" y con un enardecido Ronnie Vanucci saltando y martillando de pie tras la batería.
Unos tipos que, a diferencia de su música, se muestran ultra parcos en el backstage (al que tuvimos acceso), en donde reinaban las medias luces y preguntaban qué diablos iban a hacer durante las seis horas que pasarían al día siguiente en el aeropuerto.
Porque The Killers parte ahora a Brasil, en donde tocará una fecha doble en Rio y Sao Paulo, con lo que dará por finalizada la gira del 'Day and Age'. Una gira que los hizo dar vueltas por el planeta ya no como una banda que se somete al visto bueno del público, sino como un cuarteto sólido que hace bailar aquí y en la quebrada del ají.
Setlist:
Human
This is your life
Somebody told me
For reasons unknown
Bones
World we live in
JoyrideBling (Confessions of a King)
Shadowplay
Smile like you mean it
Spaceman
A Dustyland fairytale
Read my mind
Mr. Brightside
All these things that I’ve done
Jenny was a friend of mine
When you were young
